jueves, 11 de junio de 2009

Poema 1

Metida entre tus sábanas
decidí mirarte a los ojos.
El oscuro mar contenía la lluvia,
La nieve ocultaba la sangre,
tu piel me alejaba de ti.

Logré ver a Midas sin su mano
golpeando furioso contra una puerta que se abre hacia él
Alcancé a divisar a Colón
que miraba la estela de su Santa María.

Imaginé que ese brillo
era el reflejo del mío.
Y que la nube en tus espejos
era la niebla fuera de la cama.

Mírame con ellos que me encantan
Dime que solo es el fin de la lluvia,
¡Pero dime y grita, mi niño de ojos tristes,
que tormenta tienes dentro!

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