sábado, 8 de septiembre de 2012

Has esperado?

No has querido esperar a alguien hasta que tu cuerpo se vuelva polvo? Hasta que tus huesos se conviertan en piedra? Hasta que lo único que te mantenga con vida sea el ver el reflejo de tu sonrisa en sus ojos?
Nunca lo sabré.

lunes, 11 de junio de 2012

Soltera otra vez, otra vez



Quizás todo el mundo que tenga un blog más o menos activo y vea esta nueva teleserie nocturna debe haber escrito algo respecto a ella. Y como no hacerlo? Quien no haya tenido un corazón roto en su vida es extremadamente afortunado y extremadamente falto de vida; enamorarse es algo casi inevitable, si uno es un ser humano común.

Esta teleserie es el inverso del "efecto crepúsculo", en que las niñitas que no se han enamorado idealizan a quien lo daría todo por ellas y a las que les han roto el corazón tan jóvenes esperan que alguien así aparezca dispuesto a curar todas sus heridas. Todavía tienen mucho olor a leche como para perder la fe en algo que requiere tiempo y, sabemos, paciencia.
Acá no. Acá estamos todas las que escuchamos el sonido mientras nos hacían pedazos el corazón, las que se quedaron solteras mientras todas sus amigas tenían relaciones estables, las que hubieramos dado todo para retroceder el tiempo y remediar el minuto en que todo se fue a pique. Porque no importa si fue por una mujer que se metió en medio (y merece tener celulitis hasta en la cara), no importa si fue porque se acabó de pronto el amor, o si lo mandaron al extranjero, ese único segundo en que lo miraste y sentiste todo su cuerpo diciéndote que ya no más, te desinfla el corazón cada vez que lo recuerdas.

Y he aquí la magia de la teleserie: la vemos porque este tipo de tragedias que nos derrumban, no son eternas, solo lo son si somos tan idiotas de no ver que a nuestro alrededor que no vamos a estar solas. Nos reflejamos en esta teleserie porque  sabemos que va a terminar bien y queremos que nuestra historia, no importa la edad, también termine bien


A modo de despedida digo: hombres, véanla, les salvará el trasero si aprenden bien




martes, 26 de julio de 2011

Es una pausa

Mucho hablamos antes de vernos, pero ya sabía, desde que comenzamos a pelear, que eras tú.
Nos vimos y se sintió mejor que reconocer a un viejo amigo.
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Me complementas,
me haces reir,
me haces llorar de pena,
pero mil veces también de alegría,
me pones a prueba,
eres impredecible,
único
y te lo diría cada día,
eso y más para hacerte sonreir.
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Lamento cada día que nos hayamos separado, porque esto para mí era tan real como respirar.
______
Hace un año estabas aquí.
Abrazados, como si ese momento
fuera a ser eterno
______
Hoy cumpliríamos 2 años (oficialmente) juntos,
mi amor,
vuelve a decirme que solo
es una pausa

jueves, 3 de marzo de 2011

A-do-le-ce

Ooooh sorpresa! Buscar el blog en internet para entrar y descubrir que hay alrededor de 500 blogs que tienen el mismo título que el tuyo.

Bueno, olvidar el nombre que estuve horas craneando hizo que mi ego de escritora se removiera de sus polvorientos aposentos.

Incluso, había olvidado la contraseña...

Cuando logré dar aquí, fue como encontrar un viejo cuaderno del colegio: había que revisar con cautela y de a poco ir saboreando la satisfacción que invade un recuerdo.

PERO NO!

Me topé con una adolescente emo y desdichada, que estaba a un paso de suicidarse y que se sentía miserable de su existencia. Odiaba todo lo que había ganado y su único gancho a tierra era sentir que alguien la amaba, aunque fuera su familia, aunque fuera su novio.
Que veía el cielo gris todos los días y aunque fuera positiva, siempre había más de un pero.
Ella era quien tomaba el control de su mente para dárselo a los perros, dejando que ellos ladraran y orinaran sobre ella.

Sí, me dio nauseas.

Pero nadie (en el origen mismo de la palabra) "adolece" para siempre. Esa es la gracia de crecer y lo mejor, es que había algo de potencial.

Con este pensamiento en la cabeza, me siento orgullosa de haber olvidado la contraseña, quizás es una buena señal de que mi adolescencia va a terminar pronto.

viernes, 30 de abril de 2010

Regalos para mamá


































El celeste sale medio opaco, pero es efecto de luz. Los colores son brillantes y las cajas soportan el peso de los 10 deliciosos alfajores.

viernes, 26 de febrero de 2010

Otra mujer

Ella entró al bar intentando pasar desapercibida. Con el pelo cubriéndole la mayor parte de la cara, una chaqueta y un vestido largo que le tapaban las piernas.
Se sentó en una mesa en el fondo, haciendo a un lado la otra silla que estaba dispuesta para un acompañante. Parecía que no tenía si quiera, ganas de beber.

-hace tiempo que no he escrito nada. Digo, que no he podido escribir nada. Pareciera que las ideas las tuviera a medio hacer... y como odio ese dicho de "pelo largo e ideas cortas"...

Sonreí desde el mesón. Algo tierno había en su mirada triste cuando sacaba los papeles apretados dentro de un cuaderno que reflejaba los colores. Con el poco público que había, personalmente quise atenderla.

-no sé como me permití caer en esto. A veces siento que soy demasiado feliz para escribir y otras que soy demasiado infeliz para poder salir de la miseria con las palabras. Ya hay cuatro tipos mirándome y ahí se acerca el barman probablemente a ofrecerme gratis una conversación que no quiero tener. De querer conversar de mi estreñimiento literario hubiera ido a una peluquería, donde me hubieran aconsejado que dejara de escribir y que mi marido siguiera siendo el famoso. Ningún escritor escribe para la fama, mi marido como los demás, son víctimas de ella. Yo simplemente lo hago por orgullo, que es tan loable como hacerlo por fama...o sea que no lo es.

Era bella. Por lo menos su cara, porque parecía que no quisiera mostrar nada más. Jugando, le ofrecí la carta completa y pidió una copa de vino blanco. Era extraño que una mujer saliera sola y pidiera alcohol. Me fijé hasta encontrarle el anillo de compromiso y me sorprendió que se viera agotada. Las mujeres que se quedan en casa no tienen porque agotarse. No trabajan.

- qué le pasa a este idiota que me mira tanto?

Mi mujer Paula es feliz a al lavar los platos y cuando deja mi ropa estirada. Tampoco se enoja de que llegue en la madrugada por trabajar honestamente todos los días. Cuando llego, siempre esta dormida. Y en la mañana ya tiene el pan listo, como debe ser.
- mi esposa es feliz.

- perdón?
- es que la veo algo deprimida, señora. No es necesario que me pague la copa de vino, pero debería volver a su casa antes de que llegue su marido. Ya va a ser hora de hacer la cena.

- tiene razón, muchas gracias.
Qué iba a entender este tipo de mi y de mi marido. No valía la pena discutir con un hombre que se nota que jamás ha hablado con su mujer.
Ahí en la esquina ya viene mi esposo, aún se me acelera el corazón cuando dice que me ama. Que si ya me siento mejor? Amor, lo mio siguen siendo los escritos románticos y blandos. Nadie está obligado a leerme. Y deja de mirarme con esa cara, que esta vez tengo razón.
Pareciera que todas las discusiones que he tenido con mi esposo me han hecho valer. Si uno de los dos no estaba de acuerdo con algo, lo decía. En casa se permitía opinar, aunque a él le faltaba tacto. Bueno, si no hubiera dicho que odiaba y amaba de él, estaría como Paula que debe ir saliendo a casa de su amante a esta hora.
Algún día otros entenderán que las mujeres no hablan para escucharse a sí mismas.

martes, 22 de diciembre de 2009

La nueva navidad

A penas comenzaba a sentirse la brisa de los espíritus de Halloween que dejaban el mundo terrestre, cuando ya sonaban las campanas de navidad.
Estimados, ya no hace falta salir a las tiendas para darse cuenta que todo se tiñe en colores cálidos y que la programación televisiva convierte rápidamente a todos en católicos empeñosos de transmitir el espíritu navideño, sea cual sea. Aparecen los panes de pascua rellenos de nueces, almendras, pasas y fruta confitada, que posee más opositores que adeptos. Las vacas agradecen al pavo poder pasar las festividades pastando y los abuelos se vuelven los protagonistas de la fecha, intentando parecerse cada vez más al Viejito Pascuero.
Sí, leyó bien; el término de "Viejito Pascuero" permite llegar al gran giro de esta historia y les hace recordar que existe gente bajo el ecuador.
Gracias a la solidaridad de los paises desarrollados, el calentamiento global ha permitido que pasemos las navidades más calurosas de la historia, causando más de un infarto a algún abuelito que se puso relleno, gorro, botas, guantes y chaqueta con más de 30°C de calor.
Aquí no hay nieve, ni renos, ni elfos, duendes, ni hojas de maple o trineos. Solo la comida de la Cena aporta las suficientes calorías para dudar si usar ese traje ajustado para la noche de año nuevo, donde tampoco existe la tía agarra-mejillas.
Tan impregnados estamos con la comercial imagen de la familia reunida en torno al pavo y la chimenea, que en algunos lugares se dispuso nieve artificial para mantener contentos -y frescos-a los niños, pues nadie se atreve a contarles de que viven justo al extremo opuesto del polo norte.