lunes, 11 de junio de 2012

Soltera otra vez, otra vez



Quizás todo el mundo que tenga un blog más o menos activo y vea esta nueva teleserie nocturna debe haber escrito algo respecto a ella. Y como no hacerlo? Quien no haya tenido un corazón roto en su vida es extremadamente afortunado y extremadamente falto de vida; enamorarse es algo casi inevitable, si uno es un ser humano común.

Esta teleserie es el inverso del "efecto crepúsculo", en que las niñitas que no se han enamorado idealizan a quien lo daría todo por ellas y a las que les han roto el corazón tan jóvenes esperan que alguien así aparezca dispuesto a curar todas sus heridas. Todavía tienen mucho olor a leche como para perder la fe en algo que requiere tiempo y, sabemos, paciencia.
Acá no. Acá estamos todas las que escuchamos el sonido mientras nos hacían pedazos el corazón, las que se quedaron solteras mientras todas sus amigas tenían relaciones estables, las que hubieramos dado todo para retroceder el tiempo y remediar el minuto en que todo se fue a pique. Porque no importa si fue por una mujer que se metió en medio (y merece tener celulitis hasta en la cara), no importa si fue porque se acabó de pronto el amor, o si lo mandaron al extranjero, ese único segundo en que lo miraste y sentiste todo su cuerpo diciéndote que ya no más, te desinfla el corazón cada vez que lo recuerdas.

Y he aquí la magia de la teleserie: la vemos porque este tipo de tragedias que nos derrumban, no son eternas, solo lo son si somos tan idiotas de no ver que a nuestro alrededor que no vamos a estar solas. Nos reflejamos en esta teleserie porque  sabemos que va a terminar bien y queremos que nuestra historia, no importa la edad, también termine bien


A modo de despedida digo: hombres, véanla, les salvará el trasero si aprenden bien